lunes, 14 de noviembre de 2016

Explosiones


Siete de la mañana.

Estoy literalmente resbalando por un tobogán de emociones. Seis focos enormes me están cegando. Dos lagrimas me patinan por la sien, las mejillas, los lóbulos de las orejas, el cuello y finalmente se funden en mi nuca.

No quiero sentir nada. No quiero que nadie me vea. No quiero nada. Tengo un nudo enorme en la garganta en contra de que libere mis sentimientos. Quiero doblarme hacia dentro en cientas de pequeñas esquinas hasta desaparecer. No quiero hablar de nada. No quiero expresarme. No quiero. Solo intento seguir siendo el jinete de un enorme toro mecánico. Solo intento salir a flote. Pero me ahogo. Estoy estallando.

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