martes, 24 de diciembre de 2013

Querido lector:



Vengo a darte un mensaje firme y sencillo, concretamente desde lo más profundo de mi alma:

No le busques sentido a algo que carece absolutamente de él.
A veces, como """"escritora""" (nótese el profundo entrecomillado) , no puedo poner los puntos sobre las íes, no puedo darle un por qué y un cómo a todo lo que mis dedos escriben, casi como por arte de magia. Muchas veces, no existe concordancia entre una cosa y la otra.

Mi mente es un caótico enredo de sentimientos, escasos conocimientos de este terrible y a la vez misterioso y apasionante mundo en el que vivimos. Pero sobre todo funciono por impulsos, por vómitos mentales. No sé si la expresión "vómitos mentales" no suena del todo "florida y elegante" pero creo que es la mejor que refleja mi manera de escribir. La mayor parte de las veces no me planteo qué voy a escribir. No sé qué voy a escribir. No quiero darle un por qué a mis palabras. La mente humana es algo tremendamente interesante, (la mía un poco menos, debería sacarle más partido) y lo que alguien ve de una manera yo la veo de otra.

Y esto es lo bonito de todo. No me gusta la obviedad. No me gusta decir "esto que escribo trata de esto, de esto y de esto". Mis dedos se mueven, mi mente intenta encajar piezas de una manera poco exigente, pero intentando crear algo bello.

No me juzguen por no darle a veces sentido a nada. Como ya saben, la mente del loco me fascina, y, ¿qué tiene menos sentido que un loco? A veces lo bello no responde a por qués, pero es así, inmodificable y perfecto. Trato de transmitir sentimientos, emociones fuertes y a veces, relatos con más o menos sentido. Pero no siempre. Intento mover una mínima pieza en vuestro cerebro, haceros discurrir y con suerte, transmitiros algo bello o al menos, transmitiros algo. Me gusta que cada uno interprete cada uno de mis
enunciados a su manera, porque siempre es fascinante conocer varios puntos de vista.

Me despido querido lector, no sin antes agradecerte profundamente que dediques tu tiempo a esto, a conocer
una parte de mí, reflejada en palabras.

Att.

Jacqueline, la autora de este blog.

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