martes, 13 de diciembre de 2011

Siempre estarás tú.


Siempre estarás tú. En cualquier parte. En mí. En mi clavícula derecha. Acunándome en tu regazo. Siempre estarás tú. En el lado paralelo de mis ideas. De mis inquietudes. De mis más ansiados deseos. Siempre estarás tú. Ahí, en mi mundo perfecto. Flotando en mi mente, inevitablemente, entre sopas de letras y galletas de chocolate. Entre teteras parlantes y toboganes de regaliz dulce. Donde las casas, los hogares de la gente, son interesantes libros bocabajo. Donde los miedos y el dolor se esconden en un bolígrafo y un papel. Donde se respira música y no hay sangre en nuestras venas, solo creatividad. Donde la tierra esconde en cada metro cuadrado un secreto enterrado. Quizás tímido, quizás marchito. Donde siempre podremos ir haciendo el pino si nuestra perspectiva de vida común nos parece demasiado aburrida. La sangre no se nos subiría a la cabeza sino que las buenas ideas nos llegarían antes.

Estoy aquí. Y tú allí. Y aquí. Siempre. Con una palabra de amor en los labios que brota para que el día sepa más dulce. Para ahuyentar las lágrimas y atraer los buenos momentos. A tu lado.

A tu lado me siento segura, en la fortaleza de tus brazos, en la melancolía de cada pestañeo, en las curvas de tu sonrisa.
Acúname. No quiero vivir, no quiero sentir si no es a tu lado. No quiero probar otro elixir que no sea el que me ofrecen tus labios.

3 comentarios:

Isi G. dijo...

Qué tierno :)

Un beso!!!

Miss Frenesí dijo...

"Donde se respira música y no hay sangre en nuestras venas, solo creatividad." (L)
Vaya metáforas más preciosas :)
Un beso enorme bonita!

Anónimo dijo...

Me encanta como escribes!!=) y las galletas de chocolate xDD