domingo, 23 de enero de 2011

Fragmentos.




















"Tecleó en mi corazón las tres últimas notas, dándome a saber que me amaba.
Sonaron roncas, huecas de todo lo que yo habría deseado de una persona.
Sonaron sinceras, pero tristes y desgarradas. Me acarició el rostro tiernamente.
Le miré a los ojos.Y no eran. No eran los ojos a los que yo era adicta. Le miré y sentí de nuevo aquella punzada. Deseé no estar allí. De hecho no lo estaba. Estaba, en el fondo, frente a él. Frente mi verdadero amor.
Deseé qué el escuchara el ave ronca que graznaba dentro de mi. Ronca de amarle, de llorar en las últimas madrugadas.

Le imaginé frente a mí. Y le besé, creyendo que estaba besando a mi verdadero ángel.
Dos lágrimas enormes rodaron por mis mejillas.
Miré entonces de nuevo sus ojos.
Y no eran de aquel azul que a mi me perdía.
Era de un verde marino.
Verde agua turbia.
Agua que me estaba ahogando."

No hay comentarios: